Prontuario fuchsiano para Promover el Respeto por las Instituciones

Pues resulta que el inepto, quiero decir, el represor, digo, el prozáico, esto... el iletrado, no, que diga, el atolondrado este que dijo que ya había bajado la cortina del que él considera su changarro, es decir fuchs, hizo el berrinche de su vida (superado solamente por los que le hace pasar el Lic. Andrés Manuel López Obrador cada vez que con sus acciones le muestra lo que es tener habilidad política y no babosadas) y todo porque los desconsiderados diputados no tuvieron a bien autorizarle su viaje de shopping a tierras marsupiales a que visitara a su hija... ¡ah!, y de paso también atendería algunos asuntillos a Vietnam, algo sobre la 14 Cumbre de Países de la APEC.

Así que debido a que le negaron el permiso que él en su supina ignorancia creyó que pedía como mero trámite, se soltó la cada vez más escasa cabellera echando pestes contra los diputados en cadena nacional y no conforme con ello, todavía lanzó al voz-cero por delante la mañana del día siguiente para que les siguiera atizando en su conferencia matutina. ¿Y creen que con eso quedó conforme el prozáico? Pues no, todavía le alcanzó la pataleta para seguir lloriqueando en el Museo Nacional de Antropología e Historia durante un evento con el sector de vivienda. ¡Uy! No sé a ustedes, pero a mí eso me suena peligrosamente al ataque de un violento que busca desestabilizar a nuestras virginales instituciones.

En este espacio nos gustaría que alguien le avisara al interfecto, por principio de cuentas, que su des-gobierno termina el 1 de diciembre de 2006, ni un minuto antes, por desgracia nuestra. Aunque con el espurio fecal que cree nos va a enjaretar, quien sabe qué será peor, que acabe este o empiece el otro.

Si resulta que alguien nos hace favor de comentarle lo anterior, ya si le sobra tiempo, que también le diga que el tal changarro no es de su propiedad, es el puesto político de mayor responsabilidad en el país, aunque por obra de los señores dueños del dinero, con una ayudadita de uno que otro voto útil para presidente inútil, acabó entre sus manos (¿o entre sus botas?); pero bien haría en dejar de hacer el ridículo por lo menos los últimos días de su des-gobierno, muchos ciudadanos se lo vamos a agradecer.

Berrinche de fuchs en cadena nacional en La Jornada

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